Justo en el Norte de Santander se encuentran los Estoraques, un paisaje único y deslumbrante que apunta a la paz y el desarrollo turístico al ser inexplorado por los visitantes, la erosión hizo que este lugar se denote como una maravilla. El agua y el viento esculpieron sobre la roca los altares gigantes de Playa Belén, tienen gran parecido a ciudades perdidas o castillos medievales amurallados, otros los comparan con vestigios de la cultura romana o edificaciones prehistóricas de la antigua Grecia, en algún lugar hay altares inmensos y puntiagudos similares a los rascacielos de Manhattan.
Este lugar es como las nubes, si dejas volar tu imaginación encontraras mil formas que se asimilan a estos ejércitos de piedra de color gris y naranja, las geo formaciones tienen un historial de mas de 4 millones de años y durante este tiempo no ha tenido un auge turístico, el peligro fue inminente cuando los focos de violencia se tomaron el país, esta zona poco a poco se a ido recuperando convirtiéndose en una luz para el desarrollo que enfoca su visión en el turismo, esta zona deja de ser prohibida y abre las puertas a quien quiera visitarla.
El lugar es un poco retirado de las ciudades principales en Colombia, primero hay que llegar a Cúcuta ya sea por aire o por tierra, muy cerca ala frontera con Venezuela, luego partir hasta Ocaña, donde se puede detener para abastecerse de víveres para el viaje, luego a Playa Belén hay que realizar un recorrido de 27 kilómetros, cerca al desvió encuentras el río Algodonal, que modestamente recorre tranquilo el lugar, justo hay aparecen los primeros estoraques o altares, luego el camino estarás protegido por la sombra de estos guardianes milenarios de piedra.
Datos interesantes
Este lugar es sagrado, por lo tanto no existen cerca del lugar, espacios para el ocio tradicional. el primer sábado de cada mes se celebra una misa católica en honor a la Virgen de las Mercedes, por ser tan retirado la afluencia de turistas es muy poca, pero hay de todo, la vida en su máxima representación reflejada por piedras monumentales moldeadas como por un artista de talla internacional.
El pueblo o casco urbano no es mas que una artesanía en miniatura. Sus tres calles principales y otras 6 mas pequeñas hacen de este pueblo con casas blancas y ventanales con barrotes, y zócalos de color marrón, un cuadro impresionista para fotografiar desde cualquier angulo.
Fundado en 1862 y solo hasta el 2005 se dio a conocer y luego en el 2010 fue ingresado al libro de turismo entre los pueblos mas bonitos del país, desde entonces se han construido algunos hoteles y restaurantes para recibir a los turistas.
El final del conflicto armado es la primer acción de sostenibilidad, y el proyecto turístico de playa Belén pretende extenderse por todo el Catatumbo, una región con ríos selvas vegetación y población aborigen del lugar. (Lee también: Bienvenidos al Guainía, el hogar de los dioses de la montaña)